Le friselle
Una creación de Lolah. septiembre 11, 2010
Hace unos días vi estas rosquitas de pan en el blog del fantástico Zio Piero. Al principio me parecieron bonitos pero sin mucho de especial, pero cuando seguí leyendo todo el proceso me sorprendí bastante y enseguida tuve ganas de probarlas.
La frisella es originaria de la Puglia y consiste en un bollito de pan en forma de rosco que una vez cocido se abre por la mitad y se vuelve a tostar en el horno hasta que quedan completamente secos, así se conservan durante bastante tiempo y cuando se van a consumir se remojan en agua durante unos segundos y se cubren de tomate troceado, un poco de orégano, sal y un buen chorro de aceite de oliva. Originariamente era una forma de conservar el pan que solamente se producía una vez cada dos semanas o cada mes.
Aunque no estaba segura de que me gustara un pan duro remojado en agua, me decidí a probarlo y el resultado ha sido estupendo, tuve el pan solamente dos o tres segundos en agua, lo justo para que la miga se ablandara un poco pero la corteza aún quedara crujiente y con el tomate y el aceite estaba buenísimo, además las semillas de anís le daban un saborcito de lo más agradable. Por supuesto, añadiendo una lonchica de jamón, una buena anchoa, un trozo de queso, cualquier cosa que se nos ocurra, deben estar aún más ricas.
Estos son los ingredientes:
-600 gr. de harina de panadería (o harina integral)
-350 gr. de agua
-15 gr. de levadura de panadería fresca o 5 gr. de seca
-10 gr. de sal
-Semillas de anís
Así se hace:
Disolver la levadura en el agua, añadir la harina, la sal y las semillas de anís y amasar durante unos 10 minutos hasta obtener una masa suave.
Dejar reposar la masa en un sitio templado tapada con un paño durante una hora o hasta que doble de tamaño.
Pasado este tiempo, volcar la masa sobre una superficie enharinada y dividir la masa en seis bolas iguales.
Rodar cada bola sobre la superficie hasta obtener un cilindro fino y bastante largo, doblarlo en dos y retorcerlo un poco para formar una especie de cordón, dejando un hueco donde está el doblez, cerrarlo en forma de rosco e introducir las dos puntas por el hueco.
Poner los roscos en una bandeja de horno y dejarlos levar de nuevo hasta que doblen el volumen.
Precalentar el horno a 220º y hornear los panes durante 10 minutos, bajar la temperatura a 200º y seguir horneando hasta que estén dorados.
Sacarlos del horno y cuando estén fríos abrirlos por la mitad, colocarlos en la placa del horno con la parte cortada hacia arriba y hornearlos a 150º durante unos 30-40 minutos hasta que estén bien tostados.
Guardar en una bolsa de plástico o en una caja, para comerlas sumergirlas en agua durante dos o tres segundos y cubrir con tomate troceado, orégano y regarlo con un buen chorro de aceite virgen de oliva.
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Una vez vi a un cocinero preparar esta receta y pensé como vos, que no me animaría a comer el pan duro mojado. Pero mirando estas fotos tan buenas y leyendo tu explicación, voy a intentarlo!
ResponderEliminarMuy lindo el blog.
Besitos
madre, que monos te han quedado, con esa formita, y ese tomatito por encima!de lujo como todas tus recetas!
ResponderEliminarPor favor Lola.... que cosa más rica..... y encima con tomate, sal y aceite... puede haber algo más simple y delicioso..... (por cierto pelas los tomates, como yo!!)
ResponderEliminarUn beso
Bea
Lolah, una receta muy curiosa, me tomo nota, recomendandola tú es exito seguro. Ahora mismo paso a visitar ese blog que recomiendas ;)
ResponderEliminarBesos, Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
Ay con el hambre que manejo a esta hora!! Qué ricos!!
ResponderEliminarBss
Esto tiene que estar de vicio!!!!
ResponderEliminarCuantas veces, lo más sencillo es lo mejor, pero como bien dices con un poquito de jamón tiene que ser impresionante!!!
El punto de anís me encanta.
Tengo que probar a hacer esa forma, a ver si lo he entendido.... si no te preguntaré...
Un abrazo, Begoña
Acabo de ver tu blog y despúes de bichear un ratillo, me he hecho seguidora, porque me has conquistado.
ResponderEliminarTienes unas recetas riquísimas!!!
Que original este pan, de lo más curioso.
Bueno, pues sigo viendo algunas recetillas más.
Un beso
qué curioso!!! si es que una nunca deja de aprender.. y me encanta!!!
ResponderEliminarse ve delicioso desde luego, en mi casa triunfaría seguro... pero yo ya no estoy para hacer pan..jajajj al menos las dos próximas semanas..jajajajja
wapa.... muchos besos
Pues nada, se tendran que probar de hacer Lolah!
ResponderEliminarQue bien me vendrían para mis cenas. Siempre tomo tostadas con lo que haya en ese momento. Te han quedado buenísimos. Ahora ando con los brioches, en cuanto me ponga con los panes, voy a preparar estos bollitos.
ResponderEliminarun biquiño
Que interesante!!!! en mi casa remojo el pan duro, jejeje, pero para echarlo a mis gallinas...pero ese pan es muy original...y me pido el que tiene los tomatitos encima, jejeje
ResponderEliminarUn besito!!!
Que receta más interesante, me ha gustado el origen de esta receta y el aspecto que tiene. Esta me la apunto para poder hacerla en cuanto pueda.
ResponderEliminarSaludos
Que cosa tan curiosa la de estos panes, pero desde luego tienen una pinta estupenda, con ese tomate y el aceite seguro que saben a gloria.
ResponderEliminarBicos
Viva la dieta mediterránea, viva el aceite de oliva, vivan los panes y el tomate. Un pan riquíiiiisimo.
ResponderEliminarUn saludin
Olga
Eso si que es original del todo!
ResponderEliminarNo conocía ese procedimiento y como no me quedo con las ganas de probarlo me llevo la receta así no se me olvida.
Un beso.
Que rico pan , que rico relleno que rico todo, un beso.
ResponderEliminarSí que es curioso lo de cocer el pan una vez hecho. Pero se ve exquisito!!! jejejje
ResponderEliminarY la forma es una monada!
Un abrazo
Me encanta, Lola.
ResponderEliminarMe encantan los panes, y este que haces hoy es sencillo, pero es tan especial que a la fuerza tiene que resultar sorprendente.
Y esa forma que le has dado, me encanta.
Al principio pensé que eran baggels, pero nada que ver.
Te ha quedado genial.
Un beso.
Oye...que curioso nena, pues como tú, a medida que he ido leyendo la receta he pensao...la hago!
ResponderEliminaruna pregunta, litarelmente se sumergen? me parece un poco fuerte, no? o se salpican de agua? bsotes
Qué curioso, tengo que probarlo. Algo puede imaginarme a qué sabrá aunque totalmente remojado y no teniendo nada que ver con el gazpacho en ensalada que hacemos en mi familia.
ResponderEliminarNo sé si te acordarás... mira aquí
Hacía tiempo que no te veía con panes, estarás conimgo en que el horno va a volver a funcionar a tutiplén!!. Ya no subimos de 30º y por la noche se está bien, y las casas ya no están tan calientes.
Un saludo y feliz Domingo.
Pero que hambre me ha entrado al ver tus fotos estan de lujo y esto el pan tomate y ajitooo,uhmm delicioso
ResponderEliminarun beso
Amalia
Si es verdad que es curioso, y si tu dices que esta rico yo me lo como sin rechistar, pero me pido el del tomatito con aceitico y una anchoita, please!!
ResponderEliminarLolaaaaa
ResponderEliminarMe agradece mucho que te hajan gustado estas “friselle”.
Me parece que hajan resultado perfectas.
Las fotografias tambien son muy bonitas.
¡Hasta Luego!
Tienen una pinta buenísima, ya que va terminando el verano entran más ganas de amasar.
ResponderEliminarun beso.
Curiosa la historia de estos panecillos, se ven ricos, ricos sobre todo con esos tomatitos.
ResponderEliminarBesos!
Ana de: 5 sentidos en la cocina
Nosotros, en Canarias, a ese pan duro o seco le llamamos pan bizcochado y lo usamos mucho. De hecho, en cualquier casa siempre hay un paquetito. Yo lo meto en una lata; a veces lo compro, a veces lo hago con pan duro en el horno.
ResponderEliminarTu receta me parece super interesante. Tendré que probarla.
Un besote
Sara
ResponderEliminarLos panecillos se sumergen en el agua, pero no más de dos o tres segundos.
Carlos,
no hace falta que me recuerdes tu gazpacho en ensalada, ya es uno de los clásicos del verano en mi casa, es fantástico!
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Besos.
Los panecillos una monada y encima el truqui de mojar el pan hace que tengas una forma muy original de comer lo más tradicional del mundo!! Quedará buenísimo y es que hay que probar las cosas para opinar así que ya te digo yo que lo haré!
ResponderEliminarbesitos guapa
Ostras rara, rara, pero si le has dado el aprobado porque la verdad es que pensar en pan mojado...
ResponderEliminarMuas!
Lola tienes toda la razón, la elaboración es de lo más curiosa, y el resultado se ve fantástico.
ResponderEliminarbs!
El resultado es espectacular; una forma novedosa de comer el pan...si dices que así mojado esta bueno pues lo tendremos que probar...
ResponderEliminarbesicos
Si Lola dice que este pan remojado está bueno, me fío al 100%. Y es que las fotos invitan a pegarles un bocao a las friselle...
ResponderEliminarVado dallo zio per fare i complimenti anche a lui.
Que original esta receta Lola, no la conocía y suena muy rica, no me la imaginé asi al leer el título.
ResponderEliminarTus fotos muy lindas.
Un beso
Vaya hombre... quien me mandaría a mi entrar a estas horas en esta cocina... si ya sabía lo que me iba a pasar... menudo el hambre que tengo ahora!!! es que entre las fotos y tus comentarios de "con el pan, el aceite, un jamón, unas anchoas..." se me hizo la boca agua de una manera.....
ResponderEliminarMe ha sorprendido a mi también la historia de este pan.
Un besiño.
Lau.
Ay Lola esa última foto solo me falta morder la pantalla pero que ricoooooooo.
ResponderEliminarSaludos
Lola por favor, nos has metido las ganas a todo, que rosquillas tan originales y que forma tan curiosa de darle forma, me ha cautivado.
ResponderEliminarY eso de sumergirlas en agua es muy curioso, habrá que animarse y darnos ese placer tan desconocido, yo le pondré unas buenas anchoas y a disfrutar de este rico manjar.
Besotes guapa
Me ha encantado este pan... me guardo la receta
ResponderEliminarYa me imagino lo rico que tiene que estar con ese tomatito y el aceite
Besos. Ana
Pues me hace mucha ilusión que me digas eso, el caso es que sí que me lo habías comentado, es cierto.
ResponderEliminarUn saludo.
Lola: vaya pan original!!! si es que lo que no aprendamos por aquí. Desde luego que con las fotos que has puesto no dudo que estaría buenísimo, a mi no me importa en absoluto lo del remojado.
ResponderEliminarUn besito
No los conocía,pero me ha entrado el gusanillo y seguro que los hago, eso de volverlos a tostar y disponer de ellos cuando se necesiten me ha encantado!!!Y lo que dices, si es que lo estoy viendo con un buen jamón encima y ya salivo!!!Besos
ResponderEliminarEl aspecto es buenísmo desde luego...
ResponderEliminarMi novio es de Puglia, están buenísimas pero hay que tener cuidado porque si se cuecen demasiado luego no quedan bien al remojarlas. Hace poco me las hizo probar untadas con un quesito y atún en lata por encima. Os animo a probarlas así, al principio era reticente y me encantaron.
ResponderEliminarYo las he comido en Ibiza desde pequeña, pero en vez de pan eran unas galletas saladas, duras, que se remojan en pan y se aliñan después con aceite, ajo, sal y tomate. Están riquísimas.
ResponderEliminarYo las he comido en Ibiza desde pequeña, pero en vez de pan eran unas galletas saladas, duras, que se remojan en pan y se aliñan después con aceite, ajo, sal y tomate. Están riquísimas.
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