Ribollita toscana
Una creación de Lolah. abril 07, 2013
Cuando viaja, un Food Blogger necesita irremediablemente facturar una maleta, aunque el viaje sea de tres o cuatro días, y esa maleta debe hacer el viaje de ida casi vacía porque uno nunca sabe lo que se puede encontrar por esos mundos. En cualquier ferretería inesperada pude aparecer un cacharro nunca visto, o uno que queríamos tener desde hace mucho tiempo. En las librerías y los kioscos nos tentarán montones de libros y revistas de cocina que añadir a nuestra ya nutrida biblioteca, si nos topamos con un mercadillo de cosas viejas, quién nos dice que no necesitemos traernos unos cubiertos vintage o unas cajitas del año de la pera…Para no hablar de los productos tradicionales de cada sitio que nos tientan desde los mercados y las tiendas gourmet estratégicamente situadas en los sitios más inesperados…
Pues esta vez, en mi viaje de vuelta de Florencia donde pasamos cuatro días de esta Semana Santa, aparte de una representación de todas esas cosas, se vino conmigo este precioso ejemplar de cavolo nero del que un par de días antes no tenía noticia, pero que de un momento para otro se me hizo imprescindible y me hizo dar un par de vueltas al mercado hasta que lo encontré. Veréis que a pesar de pasar dos días metido en una bolsa de plástico y de unas cuantas horas de aquí para allá en una maleta, llegó fresco y lozano, como recién cogido de una huerta en Toscana.
No os voy a aburrir contándoos lo bonita que estaba Florencia a pesar de la lluvia y de los turistas, no os voy a hacer la enumeración de los museos y las iglesias, de los miles de cuadros que pasaron ante nuestros ojos, de la fascinación renovada al descubrir de nuevo al David bajo su cúpula de luz, del Arno recreándose bajo sus puentes, del perfil bajo la neblina eterna de una de las ciudades más bellas de la tierra.
Tampoco os voy a hablar de los platos de pasta, de las pizzas, de la bistecca alla fiorentina, de los cantucci mojados en vin santo, de los quesos y los salumi, de los crostini o del vino toscano, ni siquiera de la gracia y la ironía de los camareros italianos y de la suerte inusitada de que no nos timaran en ningún restaurante…
Solamente os voy a contar por qué me tuve que traer a casa el cavolo nero y por qué hoy os presento esta Ribollita toscana.
El primer día de nuestra estancia, comimos en un restaurante diminuto (bueno, no sé si se le puede llamar restaurante) que tenía muy buena calificación en TripAdvisor, el Cacio Vino Trallallà, un local con solo tres mesas para dos personas y una pequeña barra donde se pueden degustar unos fantásticos vinos acompañando unos riquísimos quesos y embutidos, todos de productores locales y unos cuantos platos caseros a cual más sugerente, aunque lo mejor de todo es la simpatía de los dueños, Nunzia y Ermanno que desde el primer momento nos hicieron sentir entre amigos. Con deciros que volvimos dos días más tarde!
Esta ribollita la comimos el primer día y nos gustó tanto que enseguida le pregunté a Nunzia por la receta, y ella me contó que el principal ingrediente es el cavolo nero, una especie de col típica de Toscana, con hojas alargadas, oscuras y rugosas, acompañado de otras verduras y de alubias cannellini y servido con unas rebanadas de pan toscano ya reseco.
Aunque es una “zuppa”, no ha de quedar tan caldosa como nuestras sopas, sino bastante espesa y con las verduras bastante blandas y casi deshechas y está mejor de un día para otro. En las recetas que he encontrado se pone un ramito de tomillo y romero durante la cocción y después se retira, yo como no tenía las hierbas frescas, le puse un pellizquito de cada una de las que venden en bote. El pan tampoco es el genuino, aunque no descarto hacerlo para la próxima vez y como para entonces no tendré el cavolo nero, lo sustituiré por unas espinacas, no será lo mismo pero seguro que también estará buena.
Y ya sin más, aquí está mi rebollita…si hay algún italiano por ahí, que no sea muy exigente!
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Que ganas de conocer Florencia, es uno de mis viajes pendientes!!
ResponderEliminarLo de la maleta lo comparto, yo siempre viajo con mucho hueco para lo que viene de vuelta, jajaa!!
A mí me gusta así, más espesito, se ve delicioso, me encanta todo lo que lleva y mira que te llegó bien sano el cavolo, tampoco lo conocía, que suerte tuviste de encontrarlo!!
Besotes guapa!!!
Cómo me gusta y cómo te entiendo!!!!!
ResponderEliminarYa sabes como vuelvo yo de los viajes....
Y esta receta es de las que me vuelven loca... Tengo alguna receta pendiente con esa verdura.... igual que el "Kale" británico, que espero encontrar este sábado en el mercado ecólogico de La Malagueta.....ya te contaré...
Os echamos de menos el sábado!!! A ver si nos vemos pronto...
Un abrazo, Begoña
Uhmmm, me recuerda a un potaje de los de mi madre, salvando las diferencias, jeje, habrá que sustituir esa verdura por espinacas, aunque a mí me suena haberla visto, voy a investigar...
ResponderEliminarUn besito!
Me has hecho viajar en el tiempo! Hace años tuve la suerte de probar la ribollita en Florencia y no la he olvidado.... Que delicia! Me apunto la receta. Un besito!
ResponderEliminarcomo bien dice ana, a mi me recuerda a un potaje caserito y bien bueno q esta.ademas con este tiempo entra de maravilla
ResponderEliminarsaludos
Cómo te entiendo Lola con eso de la maleta. Así hice yo con la mía y volvió con colmo, Ja,ja... y mira por donde que yo también me enamoré de una especie de col que próximamente publicaré.
ResponderEliminarMe encanta ese plato y también Florencia. por lo que veo disfrutaste de ambas cosas y muy bien. Te quedó perfecto y con una pinta sensacional. Besos
Que mala que eres!, adoro Florencia, snif y quiero volver una y otra vez, aunque no me traiga nada.
ResponderEliminarUn beso malisima,me haces que me marche a la cama con los dientes muyyyyy largos.
Como me ha gustado esta entrada, no solo por el viaje, que me ha puesto los dientes largos.... Florencia junto a Praga son dos ciudades de esas que visitaría una y otra vez, sino por lo que me has hecho reir con la maleta. Esto de ser food blogger es de risa, pero mira tu por donde, nunca había llegado hasta el punto de meter una berza en la maleta en un viaje en avión. Por cierto como dice Begoña, esta cale nero es similar o quizás la misma que la Kale británica no??
ResponderEliminarMe ha encantado leer una receta novedosa de verdad, de esas con las que disfrutas de principio a fin. Y ya solo me queda indagar sobre el pan toscano, a ver si eso si puedo prepararlo por aquí, para no quedar con los dientes tan largos. Bss
Virginia "sweet and sour"
Ah, la Toscana... qué ganas de volver! Me quedó mucho por visitar cuando estuve en Florencia, y repetiría sin duda lo que sí ví! :).
ResponderEliminarLa ribollita tiene un aspecto maravilloso, y me he quedado con muchas ganas de probar el cavolo nero.
Un abrazo
Yo no soy mucho de potajes, Lola, pero tu receta es IMPRESIONANTE, como todo lo que haces, yo creo que ante un plato así, me olvidaba de que los potajes no son lo mío, madre mía, imagino el olorcillo que desprendía esa ollita.
ResponderEliminarY que envidia tan cochina me has dado con tu viaje, uauuuu, uno de los lugares del mundo que más consiguió impactarme, sin duda fue Florencia, no tengo palabras, es un sueño que tengo en mente repetir, de momento, el próximo verano, además de Francia (siempre voy haga o no falta) también tocará Italia y como tú, seguro que pico en cosillas con las que enriquecer mi cocina.
un besazo enorme y feliz semana
Estoy totalmente de acuerdo, hay que viajar con maleta vacía para llenarla bien llena jajaja El platito estupendo.
ResponderEliminarbesos
Fantástico relato y fantástica receta. Todavía es tiempo de hacerla, hace frío aunque es primavera.
ResponderEliminarBesos.
Te comprendo perfectamente yo también me hubiera traido la berza.. las judías y todo lo que se pille por delante y que encuentre.. que sólo una vez en la vida (O CASI) voy a tener el placer de cocinar, las oportunidades hay que cazarlas al vuelo, la experiencia y el placer de disfrutar y publicar esta receta te la has ganado a pulso y siempre formará parte de tus recuerdos.
ResponderEliminarSon cosas que merecen la pena de verdad. La próxima vez que nos veamos charlaremos y disfrutaremos hablando de la Toscana.
Besitos!!
Hola me encanta Florencia es preciosa tengo ganas de volver y este plato es riquisimo y es cierto eso de viajar con la maleta vacia para traerla llena
ResponderEliminar!!!! un besin !!!!
el toque de belen
Estuve allí hace unas semanas también y volví con la maleta cargadita, jeje!!
ResponderEliminarEsta receta es de 10, me encanta...
Un besito,
Aurélie
Yo también tengo una ribollita en Circus, la presenté al concurso de Clara (Mis Migas) y quedé segunda, jeje, pero es que es una sopa tan rica, a nosotros nos sorprendió bastante, tanto que de vez en cuando repetimos.
ResponderEliminarQue bueno ver otra ribollita, deliciosa, verdad?
Un beso, guapa
¡Que casualidad Lola!
ResponderEliminarHemos coincidido en destino de nuestro viaje, pero no solo en eso porque yo en mi lista de la compra llevaba comprar semilla de "cavolo nero" del que Jeimie Oliver habla tan bien en su libro. No me resulto difícil encontrarlo y junto con semillas de tomate toscano y cebolletas rojas de Florencia, pronto formaran parte de mi huerto.
Otro de mis caprichos era una ferretería con las cosas típicas para hacer pasta, cortador de raviolis etc. y la única que vi en toda Florencia cerró su persiana en mis narices y al día siguiente el avión salia a las siete de la mañana. Otra vez será.
Me saturó un poco el exceso de mercadillos que para mi gusto manchan un poco una ciudad tan bella y llena de tesoros como es Florencia.
Me quedo con la belleza de los pequeños pueblos de Toscana y con Tratoria Mario de Florencia.
Un beso.
Flori.
P.D. Bonito paseo por los jardines de Boboli y por piazzale Michelangelo veo en tus fotografías.
Vaya Flori, igual nos cruzamos!!!
ResponderEliminarJusto detrás de los puestos del mercado de San Lorenzo encontré una tienda de artículos de cocina con todas las cosas para hacer la pasta y alguna cayó...
Un besico.
Como añoro Florencia!!! si cierro los ojos veo sus calles, mercadillos, puentes..... Me alegro que lo disfrutaras, y nos traigas un trocito de su gastronomía.. con todos esos ingredientes has conseguido un guiso estupendisimo... Besossss,
ResponderEliminarHola amiga, no me llegan las suscripciones de ninguna de las recetas que publicáis así que he decidido hacer otra cuenta nueva a ver si dejo de tener problemas.
ResponderEliminarPor cierto, estoy de sorteo!!!! pasate´por mi bloguico y participa te dejo la dirección.
un beso guapa!!!
http://mibloguicodecocina.blogspot.com.es/2013/04/sorteo-2-cumpleblog.html
Ay, pero que risa con lo de la maleta!!! Así es.. hay que dejar hueco para todo, porque si no te lo traes te arrepientes!!!!
ResponderEliminarQué plato tan rico!!! Yo tendré que prepararlo con berza o de lo contrario, esperar a que finalmente viaje a Florencia. De cualquier manera, tomo nota!
Un besote,
IDania
Que pinta Lola. Y lo mejor de todo, es que nos muestras la antipasta Italiana. Me encanta, lo trotamundos que eres. Un besazo muy grande.
ResponderEliminarTengo la olla en el fuego. Es la segunda vez que la preparo, pero ahora voy a usar el "Cavolo Nero" de mi huerto. Huele de maravilla...
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