Baguettes para Bake the World

Os recuerdo que aquí podéis ver a los concursantes de Master Chef en su reto con Burgo de Arias, y que en su página de Facebook encontrareis todas las ideas que necesiteis para sacarle partido al queso fresco Burgo de Arias.


Este mes el reto de Bake the World nos lleva a Francia y nos invita a preparar uno de sus panes más característicos, la baguette, un pan fino y alargado que forma parte de la imagen icónica de Paris.
Es un pan muy sencillo, con una corteza fina y una miga suave, ideal para preparar bocadillos, su realización no presenta grandes dificultades, aunque como veréis no he conseguido unas baguettes tan finas y alargadas como deberían ser. El principal handicap para hacer las baguettes en casa es el tamaño de nuestros hornos y quizás para la cantidad de masa de esta receta hubiera sido mejor hacer cuatro piezas que hubieran quedado algo más finas.

La receta que he usado es la de Peter Reinhart, que utiliza una combinación de harinas en la que incluye harina integral tamizada para quitarle la mayor cantidad posible de la fibra y el germen. Por lo demás ya veréis que la preparación es muy sencilla y el resultado delicioso…Os animo a intentarlo!

El día anterior, preparar el pooolish mezclando en un cuenco la harina, la levadura y el agua, dejarlo a temperatura ambiente tres o cuatro horas hasta que se formen burbujas en la superficie. Guardar en el frigorífico hasta el día siguiente.

Sacar el poolish del frigorífico una hora antes para que se atempere.
Poner las harinas, la sal y la levadura en un cuenco, o en el recipiente de la amasadora, añadir el poolish y el agua, reservando un poco para ajustar la cantidad más tarde.
Amasar a mano durante unos 10 minutos o con la amasadora a media velocidad durante 6 minutos.
Engrasar con aceite un cuenco y poner en él la masa, rodándola para que quede bien cubierta con el aceite, tapar con film y dejar reposar durante dos horas.
Pasado este tiempo, poner la masa en la mesa y amasarla suavemente durante un minuto. Volver a ponerla en el cuenco y esperar hasta que doble de volumen.

Dividir la masa en tres (o cuatro) partes. Aplanarlas un poco con las manos, con cuidado de no desgasarlas y darle forma rectangular, doblar la parte superior hacia en centro sellando bien la unión y hacer lo mismo con la parte inferior. Dejar reposar un par de minutos para que la masa se relaje.

Levantar cada porción por lo extremos dejando que se estire un poco por su propio peso, ponerla sobre la mesa, hacer una hendidura con la mano en sentido longitudinal y volver a plegar hacia el centro como hemos hecho anteriormente. Por último rodarlas sobre la mesa, procurando que se vayan afinando y estirando hasta que tengamos la máxima longitud que nos permita el horno.
Poner un papel siliconado sobre una placa de horno puesta del revés, colocar las baguettes sobre él y cubrirlas con una bolsa de plástico, dejar levar durante 50/60 minutos.

Poner un recipiente metálico en el fondo del horno y una placa vacía o una piedra de horno a media altura, precalentar a 260º.
Cuando el horno esté caliente, hacer unos cortes  en la superficie de las baguettes, y meterlas en el horno deslizando el papel sobre la placa. Verter un vaso de agua en el recipiente del fondo y cerrar la puerta, esperar 30 segundos, abrir y pulverizar agua sobre las paredes del horno, repetir esta operación dos veces más. Bajar la temperatura a 230º y hornear durante 10 minutos.Volver a bajar a 190 y dejar hasta que estén doradas.
Dejarlas reposar 40 minutos antes de cortarlas.