Aunque en esta época andamos todos saturados de dulces y pensando en platos ligeros con los que perder algún kilillo que se nos han pegado durante las fiestas, no me puedo resistir a enseñaros este postre con un aire un poco antiguo y pasado de moda, pero muy fácil de hacer y sobre todo riquísimo.
Un pastel que recuerda a los postres de las abuelas de antes, dulce y suave pero con un puntito alcoholico delicioso que no lo hace apto para niños, pero al que los adultos no se podrán resistir. El único paso algo más complicado es hacer el merengue, pero si seguís las instrucciones que doy aquí conseguiréis un merengue perfecto que se mantendrá perfecto durante días. Aunque yo he hecho el pastel con bizcochitos comprados, si queréis la receta de las soletillas la tenéis aquí
Mezclar en un bol las yemas con las dos cucharadas de azúcar, añadir la leche y el vino, mezclar bien. Ir mojando los bizcochos con cuidado de que no se empapen demasiado y ponerlos en el fondo de una fuente, untarlos con mermelada, poner otra capa de bizcochos bañados y volver a untar de mermeñada, repetir esta operación hasta acabar con los bizcochos. Tapar con film y presionar suavemente con las manos para que se compacte un poco (no mucho), guardar en el frigorífico mientras hacemos el merengue. Si lo hacéis el día anterior y lo tenéis en el frigorífico toda la noche, mucho mejor.
Preparar el merengue siguiendo las instrucciones que encontraréis aquí y cubrir todo el pastel con él con la ayuda de un cuchillo o espátula procurando que quede bastante relieve en la superficie. Dorar toda la superficie con la ayuda de un soplete de cocina. Si no tenéis soplete podéis dorarlo en el horno con el gratinador encendido y teniendo mucho cuidado de que no se queme.
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Pero qué cosa más rica! Madre mía!!!
ResponderEliminarAdemás, el aspecto es increíble con ese merengue por encima! Me encanta!!!
Lo tengo que probar!
Un besote!
Comi poucos doces nas festas por isso não estou farta.
ResponderEliminarAdorei a sugestão é simples e deve ser uma delicia
Boa semana
bjs
Estos pasteles quedan muy ricos y gustan mucho.
ResponderEliminarYo lo hago como antes lo hacia mi suegra, le pongo crema pastelera en vez de mermelada y el merengue en vez de montarlo con almíbar lo monto con caramelo.
Saludos
Además de fácil tiene que estar muy rico¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarComo bien dices de "los de antes", de los primeros postres que aprendí, .... cuantos recuerdos.
ResponderEliminarGracias por traerlo a mi memoria.
¡Impresionante! Cualquiera se resiste a tomar un trocito, o dos o tres de esta tarta.
ResponderEliminarBesos
Tremendo bocado. No me parece excesivo para las dietas de comienzo de año (seamos progresivos), me parece perfecto.
ResponderEliminarQue aspecto mas bueno, de momento no comeremos mucho dulce pero dentro de naaaaaa vamos a por ello jajaja.Bs
ResponderEliminarTiene una pinta deliciosa! El contraste del bizcocho mojado con el merengue está riquísimo.
ResponderEliminarMe lo copio!
Saludos!
Es un pastel muy sencilllo pero cada capa tiene ese toque especial que hace que el resultado sea sorprendente!
ResponderEliminarBuscaba una receta para la semana que viene que es mi cumple, y tu pastel ha pasado a la final!!^^
ResponderEliminarun saludo!
Súper apetecible!!!! Además sencillo, que es un punto a favor siempre!!!
ResponderEliminarBesos
Qué rico este postre, no se donde meterlo....entre un bread and butter pudding o entre un tiramisú.....
ResponderEliminarBesos guapa
Marialuisa
Pero que bueno!! babeando estoy, me encanta este tipo de tartas, además quedan preciosas con el merengue. Besos
ResponderEliminarUmmmm... Me recuerda a un postre que preparaba mi abuela cuando era niña. Montenevado lo llamaba, estaba taaan rico.
ResponderEliminarPor Dios Lola, me quieres matar del antojazo!!! Qué pinta señor...Mmmm, delicioso!!!
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