Todos los años cuando se acerca la Semana Santa empiezan a aparecer recetas de torrijas de todas clases, desde las más sofisticadas a las más sencillas y a cual más apetitosa. Sin embargo yo aún no había publicado mi receta de toda la vida, quizás porque para mi son algo tan sencillo y tan cotidiano que me parecía que poco podía aportar.
Si he de ser sincera, para mi las torrijas nunca han estado ligadas a la Semana Santa pues tanto mi madre cuando yo era niña, como yo después, las hemos hecho en cualquier época del año, para aprovechar algún resto de pan o simplemente para desayunar o merendar un día cualquiera. Nuestra forma de prepararlas no puede ser más rápida y sencilla, un pan del día anterior y muy pocas cosas más y en quince o veinte minutos se puede tener listo un delicioso postre para deleitar a toda la familia.
Cortar el pan en rebanadas de un dedo de anchas. Batir el huevo en un plato hondo y añadir la leche, mezclar bien. Mojar las rebanadas de pan en esta mezcla con cuidado de que queden bien empapadas pero no tanto como para que se rompan.
Calentar aceite abundante en una sartén y freír en él las torrijas por las dos caras hasta que estén doradas.
Sacarlas a un plato cubierto con un papel absorbente para que escurran el aceite. mezclar en tres cucharadas de azúcar con una o dos cucharaditas de canela en polvo y rebozar las torrijas con esta mezcla.
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Muy buenas!! y una pinta estupenda, a mi me pasa igual que a ti, en casa es una receta de aprovechamiento, pero sin epoca Un besito y buena semana
ResponderEliminarGosto tanto, aqui é um doce tipico do Natal.
ResponderEliminarEssas ficaram uma maravilha, dá mesmo vontade de comer
Boa semana
bj
Pues que suerte poder comerlas durante todo el año. En casa de mi madre si que tenían fecha, se comían en Semana Santa y quizás alguna vez fuera de fecha, y bien contentos que nos poníamos al ver aquella fuente de torrijas, las de mi casa llevan un almíbar de miel.
ResponderEliminarMe sorprende que mezcles la leche con el huevo, para que veas que por muy sencilla que sea una receta siempre se aprende, gracias Lola
Un besazo
Te han quedado con una pinta estupenda!La verdad que con lo fáciles que son quedan un postre muy resultón.
ResponderEliminarUn saludo! Clara
Estas son las buenas, las de toda la vida... deseando estoy en ir a visitar a mi madre que hará torrijas para nosotros! Que buenas...
ResponderEliminarEn mi casa lo mismo, hacíamos torrijas en cualquier época del año, de hecho creo que en Semana Santa nunca, jajaja. Y con pan de barra, del día anterior mucho mejor, claro que sí! Me gustan mucho tus torrijas, son de mi estilo :).
ResponderEliminarUn abrazo
Cuanto más tradicional es la receta, más me gusta. La verdad es que da igual la forma en que se preparen, siempre están buenas. Besos
ResponderEliminarPues sí, torrijas siempre que sobraba pan y mi madre se ponía golosa, algo que jamás reconoció pero todos sabíamos. La diferencia era que en Semana Santa hacía torrijas por un tubo. Se encerraba en la cocina a las 3 de la tarde y no salía hasta las 8. Resultado, un par de tupper gigantes, casí inhumanos que se excondían en lo alto de los muebes a rebosar de torrijas en almibar. Lejos de ratones... aun sin descansar, al día siguiente, operación rosquilla. Aquí si me llamaba. Aquí me tocaba pasar la tarde con ella. Ella friendo y yo haciendo los roscos y pasándolos por azúcar y canela... y juraría que también hacía arroz con leche aunque este último lo hacía con mucha frecuencia...
ResponderEliminarPor cosas de la tradición, era la época del año que más dulces y postres caseros acumulábamos y la época donde siempre más nos vigilábamos unos a otros no fuera a ser que alguno recibiera una ración de más :-P
Un besazo y disfruta!
Sencillas y deliciosas! así son como me gustan más, las tradicionales, y mira por donde este año me he liado con paparajotes y no las he hecho. Creo que caen ahora aunque ya no sea cuaresma.
ResponderEliminarUn beso!
Sometimes when you innovate, you make mistakes. It is best to admit them quickly, and get on with improving your other innovations.
ResponderEliminarbra tape
Son muy parecidas al pan francés, la diferencia es que éste se cocina con mantequilla, aquí en México se preparan cualquier día del año, sobre todo en el desayuno.
ResponderEliminarAna.
La receta no me ha convencido nada. Sin embeberlas bien en leche tienen que estar secas por fuerza. El sistema habitual, al menos en Madrid y en todos los lugares donde las he comido, es calentar la leche con canela sin que llegue a hervir. Dejar el pan cortado en la leche hasta que esté bien empapado. Pasar por huevo batido y freír. Dejar escurrir sobre papel para que se vaya el exceso de grasa y echar encima una mezcla de azúcar y canela o si no, miel . al gusto de cada uno.
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